segunda-feira, 22 de junho de 2009

Mercadolibre.com


 

El hombre de las subastas en línea

Por: Carolina Gutiérrez Torres
Juan Martín de la Serna, vicepresidente de Mercadolibre.com para Latinoamérica habla de los negocios más ostentosos que se han cerrado en la página.
Juan Martín de la Serna, vicepresidente de Mercadolibre.com
Foto: Herminso Ruiz
Juan Martín de la Serna, vicepresidente de Mercadolibre.com para América Latina, estuvo en Bogotá en el Foro Nacional de Comercio Electrónico.

Por el barrio de La Boca, donde entraron a Buenos Aires el tango, el lunfardo, los malevos y uno que otro rufián, jamás habían visto un Ferrari, pero aquel que se paseaba por las tardes del otoño de 1996 era de Maradona, y Maradona era D10. En el Ferrari F355 rojo, con motor de ocho cilindros, el Diego llegaba a los entrenamientos de Boca Juniors en el mismo año en el que jugaba sus últimos partidos. Era como si presintiera el final, pero quisiera llegar allá sobre el mejor de los vehículos, el carro que siempre soñó, desde su infancia en la villa miseria de Fiorito.

Toda esa historia fue comprada, de alguna forma, por el incógnito que adquirió el Ferrari en el año de 2005, a un precio de US$670 mil en una subasta en Internet. Decía el fundador del sitio web en el que se hizo el negocio (Mercadolibre.com), que se reservaban el nombre del nuevo dueño por seguridad. Lo que sí se atrevieron a decir él y todos los demás fue que el nuevo propietario tenía como religión a Maradona.

“Era un argentino que estaba loco por él”, dice Juan Martín de la Serna, vicepresidente para América Latina de la firma. El Ferrari rojo se convirtió en el objeto más costoso en venderse en esa página y el más reñido también: 100 mil visitas y 153 ofertas válidas.

De la Serna cuenta la historia de Diego desde el hotel Tequendama, en Bogotá. Es un hombre tímido, de palabras justas, también de Buenos Aires, del barrio Norte. Allí se graduó como licenciado en economía, porque “quería conocer la mecánica de los negocios desde adentro”. Allí, a los 19 años, consiguió su primer trabajo en una sociedad de bolsa y también, luego de una década, terminó con el título de operador bursátil.

Estaba en ese capítulo de su vida cuando recibió la llamada de Marcos Galperin, su amigo, el fundador de la compañía subastadora, el que le vendió la idea con tanta seguridad, que en minutos lo convenció de que dejara el trabajo de años y años y se embarcara en un proyecto que hasta ese entonces —mayo de 1999— sólo tenía una cosa clara, el nombre. Pasaron sólo cuatro meses para que se lanzara el sitio web, el 9 de agosto del mismo año.

“Cuando él me hizo la propuesta no era muy común hablar de internet, pero creí en él, en su emprendimiento y me lancé. Fui el primer empleado de la compañía”, dice el señor De la Serna, con el mismo tono tranquilo y pausado que ha mantenido en toda la conversación. Luego dice que la razón real que lo llevó a aceptar es que “hay que tomar riesgos”.

Luego vino el crecimiento desmedido de la compañía. En seis meses se extendió desde Argentina hasta Brasil, México, Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador y Uruguay. Hoy está en 12 países, a los que De la Serna viaja algunas veces. El otro tiempo, el poquito que le queda para la vida fuera del trabajo, lo dedica a “tratar de estudiar cómo criar a mis hijos”, a sus cuatro hijitos.

El mayor, el de 14 años, ya visita la página. Él también lo hace constantemente. Se declara un comprador compulsivo de vinos. El Malbec argentino es su preferido. Podría decirse que habla de este trago casi con la misma pasión sutil, controlada, que conversa sobre el negocio que él vio nacer y crecer sin alcances.

“No me imagino haciendo otra cosa —confiesa—. Difícilmente encuentre una empresa más atractiva. No se me cruza pensar en un cambio. Siento que todavía estamos en una etapa de crecimiento y no quiero dejar de hacer parte de ese desarrollo”.

En el mismo lugar del Ferrari de Maradona se ha subastado un curso para “enseñarle a hablar a su loro”, un Elvis robótico del tamaño de un hombre y un pedazo del Muro de Berlín, “una pieza de incalculable valor histórico hallada en alguna tiendita de recuerdos en Berlín”.

La Empresa

Según Juan Martín de la Serna, el año pasado Mercadolibre.com tuvo una facturación de US$135 millones, “que son el resultado de más de US$2.200 millones en transacciones a través de nuestro sitio, lo que representa cerca de 21 millones de negociaciones que se hicieron”.

Actualmente esta empresa es la propietaria de los sitios web Deremate.com y Tucarro.com. Otra de las novedades es la venta de publicidad en la página en la que incursionaron hace un año y medio.

En cuanto al tema de la Crisis Económica Mundial, De la Serna afirma que se han visto afectados, pero de forma positiva. “En épocas de crisis muchas compañías necesitan invertir el dinero inteligentemente, y lo hacen con mucho cuidado, buscando todas las opciones y la Internet les da la posibilidad de elegir”. Este año esperan crecer 60%.

El Comercio Electrónico en Colombia

Ignacio Caride, gerente general de la operación de Mercadolibre.com en Colombia, dice que el Comercio Electrónico en este país “viene evolucionando muy bien, principalmente por el crecimiento de la penetración a Internet. Colombia es uno de los países de Latinoamérica que más rápido está creciendo en este aspecto”.

Según Caride, en Bogotá se realizan cerca del 70% de las transacciones, seguido de ciudades como Medellín y Cali.

Las tendencias de compra de los colombianos, dice, siguen el mismo patrón de toda la región. “La categoría que más se vende es celulares y después electrónica y computación”. En este país Mercadolibre.com se encuentra en el ranking de los 10 sitios web más visitados.

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